I said where you goin' with that gun in your hand. I'm going down to shoot my old lady. You know, I've caught her messin' around with another man


Bodegón

En la mesa cuatro botellas vacías de agua. Una bolsa de cuero amarilla abierta de la que salen un cuaderno verde, unos boletos de autobús, lápices y el estuche de unos lentes obscuros. Un frasco de medicina homeopática. Una caja de condones naranja con un círculo blanco con los bordes y las letras negras. Una bolsa de limones que comienzan a tener manchas marrones. Un taza con agua y flores ámbar. Dos envases de cerveza. Un cuaderno con tapas vino. Los cables de un ipod.


Autorretrato
A Débora casa la caza

Hablar de Joyce me pone triste. Recordar las pequeñas anécdotas de su vida o del Ulises. Saber que era feliz al mirar aquellas extrañas fotografías, al escribir esas cartas donde hay sábanas sucias, ropa interior sucia, trastes, roperos y un cuarto de hotel donde se escucha cómo la alfombra se desprende.
Me pone triste con un género triste de la tristeza darme cuenta que no cumplí con una de las promesas que me hice hace diez años: saber algunas de las cosas que él sabía antes de los treinta, ser más parecido a Dedalus que a Poldy.


Pastiche de un cuadro que podría ser de Courbet.

Estoy casada con un hombre que hace un mes desapareció, sin decirme nada, sin dejar ni una línea, nada. Tenía un hobby algo especial, prácticamente era una manía, trabajaba en ello desde hacía años: escribía una enciclopedia imaginaria. Lo que quiero decir es que se inventaba personajes famosos, qué sé yo, artistas, científicos, políticos, y escribía sus biografías y lo que habían hecho. Millares de nombres, usted puede no creerme, pero así era. Tenía decenas de cuadernos llenos. Él no quería que los leyera, pero cuando desapareció cogí el último cuaderno y lo abrí donde se había detenido: Castelli di rabbia.


Fotografía en un muro alto de una casa a las afueras de Medellín.

- ¿De qué te ríes?
- De nada. Sólo me río.
- Pero ¿por qué?
- No sé.
- ¿Fue algo que hice?
- No, no. Me gusta reír.
- ...
- ¿Qué pasa?
- Es que eso es una de las líneas más triste de Lost highway.

2 comentarios:

dèbora hadaza dijo...

entonces eres mas parecido a Poldy?

Anónimo dijo...

Ahhh lo había olvidado, mal amigo, mal fan, mal escritor, mal gato de Alicia en el país de las maravillas, mal wolverine de biblioteca, mal ... todo!!

te olvidaste de mi cumpleaños jajajajajajajajjajajajajaja


p.d. ¿si pase el casting de anónima amargada?

Elefante
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costasinmarcostasinmar