No mamá, no quiero que mis hijos coman tierra. Antología de Miriam Reyes.







En el centro de la obra poética de Miriam Reyes está el cuerpo. Sus padres, la imposibilidad de su familia (hijos, hermanos) se cifra en los brazos, en los pies, en el sexo. Esta búsqueda del placer y la frustración dentro de sí misma le permite una lucidez dolorosa. No mamá, no quiero que mis hijos coman tierra, inicia con el poemario Espejo negro y otros poemas; continúa con Prensado en fríoHaz lo que te digoDesalojos y Bella Durmiente.



NO MAMÁno quiero que mis hijos coman tierra
no quiero que me devoren.
No soy Cristo, madre
no soy Cordero.
Amo mi carne por sobre todas las cosas.
Carne bañada por la saliva de los dioses
que viajan a través de mi sangre.

No me corto las venas porque atentaría contra la inmortalidad
que las recorre.

Pero a esa masa negruzca e inerte
que desde su podredumbre descompone todo a su alrededor
no la quiero.
Para ella no tengo compasión.

Él tiene la llave del cuarto de la hoz y la guadaña.
Engendró la muerte utópica.
Pretende hacer de mi cuerpo un gran ataúd que se coma la tierra
el forro que separa la luz de la oscuridad.
Él execró mi amor con purgantes de muerte.
Le pediré la hoz para terminar el trabajo.



EVENTUALMENTE PASO DÍAS enteros sangrando
(por negarme a ser madre).
El vientre vacío sangra
exagerado e implacable como una mujer enamorada.

Si los hijos no salieran nunca
del cuerpo de sus madres
juro que tendría uno ahora mismo
para sentirlo crecer dentro de mí
hasta poseerme como en una sesión espiritista
o como si mi bebé y yo
fuéramos muñecas rusas
una llena de la otra
mamá llena de bebé.

También tendría un hijo
si ellos siempre fueran bebés
y pudiera sostenerlo en mis brazos por encima de la realidad
para que mi niño nunca pusiera los pies en la tierra.

Pero ellos llegan a ser
tan viejos como uno.

No alimentaré a nadie con mi cuerpo
para que viva este suicidio en cuotas que vivo yo.

Por eso sangro y tengo cólicos
y me aprieto este vientre vacío
y trago pastillas hasta dormirme y olvidar
que me desangro en mi negación.




Lee y descarga No mamá, no quiero que mis hijos coman tierra en Cartografías de Punto en línea, UNAM. 





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