Intermedio con animales


Tiburones y rémoras.

- ¿Cuántos escritores son necesarios para encender un foco?

- En principio: dos.

Un poeta, que a diez metros de distancia del interruptor intentará hacerlo funcionar lanzando diminutas bolas de papel mojado, no muchas y no muy seguido; la mayoría quedarán pegadas en la pared o a poca distancia de sus dedos. El cuarto podrá permanecer a obscuras por décadas o siglos, al poeta sólo le importa ensalivar el trozo de papel y sólo una o dos veces durante ese periodo apuntará correctamente, hecho que por supuesto no garantiza nada.

Un prosista, que antes de levantarse a encender el foco traerá una escalera y una serie de croquis del cuarto, una pata de un ganso que encontró en la silla de una biblioteca en Budapest, la primer prenda que robó en un mercado de Bogotá. El prosista hará un instructivo para acercarse primero a la escalera y después dibujará en el croquis los pasos necesarios para agotar las posibles posibilidades de encender el foco, incluso hará un manual de qué hacer en caso de que la bombilla esté fundida.

Después son necesarios millones de rémoras.

Unos serán los que quieren imitar al poeta o al prosista pero intentan prender el foco con balones de baloncesto o simplemente dan dos pasos, estiran un dedo y presionan el botón. Pero todo ello lo hacen con miedo, con un terror profundo y reverencial. Dicho miedo lo sienten porque creen que repiten los actos del poeta o del prosista. Sin imaginarse que los otros lo hicieron en la obscuridad total mientras ellos están protegidos con lamparitas que les proporcionaron en las universidades o en las escuelas de escritores.

Los otros serán los más engreídos, los que creen que sin ellos esos viejos asesinos que son los tiburones no sobrevivirían. Los críticos, esos seres que no perciben ni el cuarto donde están situados, menos si ese cuarto está a obscuras o iluminado, pero creen ser los únicos que saben la utilidad del apagador. No les interesa ni el foco, ni las bolitas de papel, ni la escalera o los croquis. Lo que les preocupa únicamente es saber que sin ellos el poeta y el prosista no tendrían quien los comprendiera; quien se come los trozos de carne que se escapan de sus dientes afilados.

1 comentario:

Anemonas y Medusas dijo...

Eres un grandisimo hijo de puta!!! . . .

bolitas te papel, pelotas de baloncesto, levantarse y simplemente apretar el interruptor . . . nunca atinar y si se atina no se lográ nadaa (en apariencia) . . .

eres un gran hijo de puta . . .

que buen texto cabron!

PD. Gracias x la liga en esa palabra!

Elefante
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costasinmarcostasinmar