Hay un sitio donde existen 12 cabinas, cada una representa un lugar distinto: un hotel con alberca, una cafetería, un jardín, un estacionamiento...


Parque.

Habrá juegos infantiles y figuras de cartón de niños y vendedores. La mujer es blanca, tanto que parece enferma. Su atuendo consta sólo de una blusa sin mangas color verde, y una falda recta.
El hombre cuenta con treinta y nueve años, está casado, tiene tres hijos. Antes de entrar al pasillo que conduce a las cabinas se quita el anillo y se alisa el cabello. La primera vez que vino estuvo cerca de dos horas en el bar. Bebió cuatro vodka tonic. Eligió a la mujer con el pelo corto y castaño.

La mujer tomará el auricular y saluda. El hombre responderá con un monosílabo y pide que ella hable. Narrará sus actos semanales y en el momento en que se percata que él se aburre, le pregunta si quiere comenzar. Él alza los hombros en señal de asentimiento.
Cada jueves durante dos años y dos meses le ha contado al hombre la misma anécdota pero nunca ha estado segura si esto le gusta o el hombre es demasiado tonto y teme interrumpirla. Sólo recuerda que la primera vez él pidió: di algo que creas me pueda excitar:

Era ya muy tarde y ninguno de los dos, mi novio y yo, queríamos regresar a casa. Así que estuvimos caminando por un rato hasta que decidimos meternos a un hotel. Nos atendió un anciano que pensamos era croata o húngaro. Nos dió un cuarto del tercer piso. No encendimos la luz del cuarto. Estuvimos haciéndolo por una hora y media. Después dormimos. Como a las diez despertamos. Él recordó una película donde un hombre orinaba sobre su esposa. Yo le pregunté si quería hacerlo. Él dudó. Dijo que no sabía. Jugamos con varias posibilidades hasta que decidimos que él se acostaría y yo me pararía en la cama, abriría las piernas y orinaría. Tardó un rato en suceder pero sucedió: sentí un chorro tibio por los muslos, no abrí los ojos pero supe que los hilos de agua llegaron a su pecho y se escurrían hasta su cuerpo y empapaban las sábanas. Después él se levantó y me besó y supe que había probado mi orina.

1 comentario:

Anemonas y Medusas dijo...

Bueno perro!!! . . . extrañaba es ánimo escatológico . . .

Elefante
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costasinmarcostasinmar