Una mujer en la oficina me presta su ipod.
Media hora de música de Sigur Ros.
Sorpresivamente comienza algo muy nuevo, algo que me hace sonreír.
Pongo atención en la letra.
Casi al terminar me doy cuenta, es Polly.
La canción que he escuchado miles de ocasiones y ahora descubro.
Hace unos seis meses entré a un edificio en el centro de la ciudad. Escaleras, cubículos y bodegas. Después de algunos minutos de buscar el sanitario me percaté de que los millones de cajas que había ostentaban el símbolo del FONCA y guardaban los proyectos artísticos de los últimos diez años.
¿Aquí está el arte mexicano? ¿Las grandes partituras, los bocetos deslumbrantes, las novelas, los poemas de este siglo? ¿En cajas sucias y desordenadas?
Si las obras de los tipos con becas y premios permanecen en sótanos y abajo de escaleras ¿dónde las obras de los tipos que buscan la marginlalidad, el anonimato?
Escucho en la radio que la canción de esta década es Seven Nation.
No puedo negarme.
Subo el volumen y brinco en mi sala.
Dos noticias: Los Arctic Monkeys graban disco.
Thom Yorke y Jack White juntos en un proyecto.
En la biblioteca cerca de las nueve de la noche estas líneas:
and live
the loneliness of death came upon me
(at 3 P.M., for an instant)
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