Smell her on you (tercera parte)


"El Mago" narraba muchos partidos, no sólo los de las Grandes Ligas. Era distinto escucharlo en la radio, pero eso lo sé por mi padre, él era el que lo escuchaba en la adolescencia en un aparato pequeño y de pilas, mientras esperaba entrar al trabajo. Fue mi padre quien me contó el por qué del apodo del "Mago". Retransmitía un partido de los Mets, una traducción simultánea del locutor gringo. En la cuarta entrada por un desperfecto técnico, la señal se perdió, en lugar de parar, Pedro Septién siguió con el hilo del partido, que en ese momento se convirtió en un partido fantasma, en un entramado de datos y apuntes de un juego que sólo transcurría en su cabeza. Al caer el segundo out de la parte baja de la novena la señal llegó. El marcador era el mismo, incluso los Mets habían cometido los dos errores que Septién había narrado, su imaginación miró un partido que en ese momento se tornó extraordinario. Desde allí, fue "El Mago", el tipo que era capaz de recordar cualquier instante de cualquier encuentro de baseball, de recordar la posición del cuadro de los Dodgers en cada uno de los partidos de la temporada del cincuenta y uno.

Sosa dejó de hablar por un instante. Sacó de la cartera un billete y pidió dos entradas. El vendedor tardó un momento y al darle el cambio lo hizo de la siguiente manera: Con cuarenta son cien y cien más doscientos y cien más trescientos y cien más cuatrocientos y cien más quinientos. Se detuvo como si dudara. P. al alejarse dijo: hubiera sido lindo que siguiera, cien más son seiscientos y cien más son setencientos, así hasta que terminara con los billetes que tenía en la caja. Entraron al estadio. Sosa quiso visitar la tienda oficial de los Diablos. En una de las pantallas de televisión se observaba el césped del estadio encharcado por la lluvia. Salieron del local y subieron unas escaleras. Al llegar a las gradas miraron los jardines y el diamante, a los jugadores de los Diablos corriendo para guarecerse. Unos hombres extendían una lona gris sobre el campo. Esta sería la acción más beisbolera que verían esa tarde.

1 comentario:

dèbora hadaza dijo...

mmmm q mal plan,pero que magia lo del mago no?

jaja ya se que redunde pero redunde porque me gustan las redundancias y no me gusta deshacerme de mis gustos, ok?

Elefante
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costasinmarcostasinmar