Los recuerdos harán que te olvide


Sintió que le temía.

Mónica había soñado muchas veces con el río. Durante su adolescencia llenó libretas con dibujos de senderos de agua. Pero ahora que lo tenía enfrente era un animal negro que arrastraba piedras y troncos. Sus amigas la animaron a acercarse, pero ella permaneció inmóvil, sin entender cómo un río podría contener tanta violencia.


Pasaron unos minutos. Se dirigió a las tiendas de campaña. Comió sin hablar con nadie y cuando sus amigas fueron a las grutas, se negó. Por la noche estuvo en una de las camionetas rojas, llorando .
Desde las ocho y media hasta el amanecer llovió.


Las amigas de Mónica le insistieron para que fuera a las grutas. Después de mucho aceptó. Mónica pasó horas sentada entre el agua tibia. Antes de regresar al campamento un niño las invitó a conocer una cueva. Bajaron por unas escaleras de madera. Las paredes eran de piedra amarilla. Del techo surgía un chorro de agua, que debido a la altura, caía con gran fuerza. Mónica al sentir el contacto con el chorro, gritó, lo que hizo que algunos murciélagos se desperezaran.

Esa noche Mónica tardó mucho tiempo en dormir, el sonido del río la atormentaba.

2 comentarios:

Lirva dijo...

Yo nomás tengo una duda, carnal. De dónde carajos sacas tus imágenes??????

Son la hostia!

Besos*

dèbora hadaza dijo...

lo leo...

Elefante
,,
costasinmarcostasinmar