miré cómo te quebrabas en hilos
oí te convertías en dos para siempre
esos minutos tejieron una soga de tus costillas a mis pulmones
los médicos anunciaron que una aguja habitaría tu médula
lo conocí hasta decirle su primer y último nombre
sílabas que golpearon sus cartílagos
y los hicieron funcionar como una caja de música
te hallé tendida sin adivinar te rompías en el crecimiento de sus músculos
en el latido de su sistema
ignoraba vendrían catorce meses sin hallarnos
2 comentarios:
En esos meses los hospitales serán hoteles y los hoteles máscaras.
Y de ahí al cielo sólo habrá una mueca rabiosa.
Bss.
Agrego tu poesía a mi favorita. Abrazo.
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