confianza en el anteojo













acude a la silla que repite
al tenedor secundario y sin filo
al departamento que desbarranca


corre de los balcones y su humo
de la extranjería con retraso
de la casa y su geometría


aleja el impedimento de la ducha
el construir el asilo de gatos
la habitación que resuelve la elipsis


niega lo provocativo de frotar una esquina
el tirarnos en los elevadores
la propiedad que se alarga al mover el teléfono









1 comentario:

Sarco Lange dijo...

Siempre he pensado lo mismo sobre los teléfonos. No los muevas.

Elefante
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costasinmarcostasinmar