pien a s iej







abandonamos la casa que era humo 
al primer síntoma de su enfermedad:
desprendimiento de pulmones


trasparentes pupilas luego de tragar
un golpe inmenso de agua


dejamos nuestro zumbido de sábado
como esos hombres
que ignoran el sabor de la saliva de sus hijos







2 comentarios:

Layla dijo...

yo echo de menos esa casa, aunque sea de humo

Sarco Lange dijo...

Prunela, y los viejos siguen penando entre sus paredes.

Elefante
,,
costasinmarcostasinmar