cieno
llenarlos de caballos
decías mientras la niebla
y el ruido de los insectos
en la habitación de arriba
llenarlos de caballos
mientras una noche en rosarito
un hombre que dejó de llamarse felipe granados
encendía una pipa de cristal
junto a una gringa que conoció en un cine
después de una película donde los astronautas
iban sucios de sangre
llenarlos de caballos
(se escucha la risa de carver
que anoche antes de acostarse me confesó
que a él nunca le gustó fotografiarse
que odiaba su rostro
y más el gesto de imbécil
que siempre le aparecía ante una cámara)
.
acá debería haber aplausos
por lo menos de los tres simios nuevos
que trajeron al zoológico de la ciudad
estamos
decir que hace años visité el desierto
donde vivimos
es dejarte en el valiant que a los 30 conducías
es olvidarte en la habitación donde fumas
y de a poco te quedas con tu asfixia
y con los tres partidos de baseball
que te sabes de memoria
confesiones de un miraquelindo
1 leer las primeras 5 páginas de una novela. abandonar. ir al cine. llegar a casa y escuchar un disco de nina simone
2 escuchar a nina porque un hombre en un hospital de centroamérica soñó con liebres
3 mirar hasta quedarse sin dentadura una fotografía de jack white
4 recordar en todos los hoteles cuando eras niño y dejabas abierta la regadera hasta que el baño se inundaba
5 no viajar a tánger
6 ni a dublín
7 ser el tipo que a las 4 a m observa el nombre de las calles
a batania
2 comentarios:
los cabellos se mueren por falta de viento...
oye; debora(me) lamaza; y por lo menos estas cogible o encima de estupida eres fea
Publicar un comentario