Un árbol color sodio // She’s just not that into you


Existe un profesor de historia en el cuarto piso de esos departamentos. Está sentado en la mesa del comedor. Frente a él varios libros y la PC. Lee durante algunos minutos pero se distrae. Piensa en las cajas con su ropa y en que es la última semana que duerme aquí. Su exmujer abandonó la casa hace tres semanas, se llevó a la niña y la mayoría de sus pertenencias. Sólo olvidó un bolso y borrar sus archivos en la computadora. El profesor de historia se levanta y mira el interior del bolso: fotografías de su exmujer: un viaje a la Argentina, siete días en un hotel de Cienfuegos, ella desnuda sonriendo: todas junto a un hombre o tomadas por él. El profesor piensa: por lo menos no se nota cansada, no está triste o amargada. Mira las imágenes largamente. Sabe que ya no regresará a sus libros. Después abre los archivos y lee las obscenas cartas que su exmumjer le dirigió al hombre, cartas humillantes con miles de súplicas. Por lo menos algunas vez ella sintió pasión. El profesor de historia se acostará hasta muy tarde. Desde la calle se ve encendida la cuarta luz del edificio.

...

- Quiero filmar un rostro. El momento en que ese rostro se desfigure. Pero no encuentro una historia.

- ¿Qué tipo de historia?

- Una historia Carver. Una en la que no suceda mucho.

- Yo tenía una, pero la dejé por inverosímil.

- ...

- Era de un agente de seguros de 31 años. Vive con una mujer desde hace ocho meses. Un martes durante el verano, la mujer tiene un día pésimo en la oficina: su jefe casi la despide por un error pequeño, después su auto se avería y llama al agente de seguros. Éste le ayuda y llegan a casa. En la cocina el agente de seguros intenta abrazarla pero ella lo rechaza y comienza a gritar. Está desesperada y cuando entra en ese estado no logra escuchar al agente de seguros que intenta seguir las instrucciones que ella le ha dado cuando se comporta así. En algún momento él dice: 'Estoy aquí porque somos esposos'. Ella lo encara y contesta: 'Yo no soy nada tuyo'. El chiste sería filmar el instante en que el agente de seguros comprende la respuesta de la mujer.

- Mmmmm. Un retardado el tipo.


...


Fue el día que pagamos la línea telefónica. Por la noche nos citamos en aquella avenida en la que las líneas de luz de los autos era verde. Cenamos en un café que a ti no te gusta. Después subimos cuatro pisos hasta mi departamento. Tú encendiste el radio y bailamos. La única vez que lo hicimos porque tú eras malísimo. Pero ese día no sé qué pasó. Bailamos algo que creí no se podía bailar.



4 comentarios:

Anónimo dijo...

POR LO MENOS ALGUNA VEZ SINTIÓ PASIÓN????
GLUP!!!! ESE ES EL PROBLEMA MI ESTIMADO QUE TU NUNCA HAS TENIDO PASIÓN OBVIO SE NOTA EN TUS ESCRITOS ERES UN ROBATERO PASIONAL DE HISTORIAS AJENAS!!!

DIRÁS QUE NO ERES EL ÚNICO, QUE HAY ESCRITORES QUE HACEN LO MISMO, BIEN NO HAY DUDA, LA DIFERENCIA ES QUE TIENEN PASIÓN AL ESCRIBIR, ELEMENTO CARENTE EN TI.

NI MODO, MÁS SUERTE EN TU PRÓXIMA VIDA ¿REENCARNARÀS? LO DUDO, HAS HECHO TANTO DAÑO, POBRE, POBRE!!!!

Anónimo dijo...

Jajajaja. De acuerdo, de acuerdo. Olvídate de escribir. No haces m,ás que fingir que lo haces

Andrea dijo...

definitivamente las traes locas.

Anónimo dijo...

No neta no jajajajajajajajajajajajajaja a ver si no te contagia de bichos o algo más fuerte ¿sabías?

Elefante
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costasinmarcostasinmar