El hombre con una maleta decide dejar la estación de tren después de casi dos años. Allí escuchó fascinado las historias de guerra que los otros hombres narraban. Durante semanas el hombre con una maleta también contó anécdotas y fue feliz. El lugar le resultaba agradable por lo que pensó vivir allí lo que restaba de su juventud. Pero un día descubrió que muchas de las historias de los otros hombres eran falsas. Al hombre con una maleta no le incomodó ficcionaran, sino que esos hombres se hirieran con viejos envases de vidrio para corroborar sus heridas, se dispararán con tal de autentificar que alguna vez estuvieron en la guerra. Así, el hombre con una maleta esta mañana sale a caminar por los rieles que desde hace décadas no soportan el peso de un tren. Saca un casco de astronauta y se aleja.
1 comentario:
El hombre con un casco de astronauta mira cómo arde la Tierra desde el espacio. No, lo sueña y no le importa.
Está bien,man***
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