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Dos hombres de más de sesenta años pintaron mi casa de azul.
Tardé más de una semana en darme cuenta.

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Después de meses, limpié y reacomodé mis libros.
Hubo un gran hallazgo: el primer libro que me obsesionó: un atlas.

Porque el reino de los cielos será de los que pintan por las tardes mapas
y leen viejas antologías de poetas jóvenes editadas en 1923.

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Por las noches me tiro al piso y pego la oreja al suelo.
Escucho los pasos de todos los habitantes de la tierra.
Entre ellos distingo los de un hombre muy alto.
Y mientras paso horas intentando un texto, él lo presenta en su blog.
Me sorprenden estas coincidencias, más, si pienso que llevabamos meses sin hablar.

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Soñé que estaba muerto.
Era otra persona y escuchaba los comentarios correspondientes.
Mentiras en todos los casos.
Me convertía en un buen tipo, en un excelente tipo.

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Un hombre soñó que yo estaba muerto.
Una mujer soñó que ella estaba muerta y yo asistía al funeral. Estaba triste porque era el único que sabía que ella estaba embarazada.

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Ella dijo: Lima es la ciudad más triste que he visitado.
Lima la horrible la había llamado César Moro.

Él dijo: terminaremos viviendo en una casa de provincia donde nadie nos busque.
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Terminaremos apaleados como viejos hombres solos, dije, antes de escupir sangre y baba y cerveza.

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Pero si me pusiera a imaginar mi muerte,
no creo que los hitos de mi vida
pasen en sucesión por mi cabeza,
en el momento previo; se me ocurre
que a lo sumo sería una seguidilla
de instantes compilados al azar
que compartieran una misma atmósfera
de desconcierto, confusión y tedio:
como una película extranjera,
de esas sin trama y llenas de silencios.
puesta en avance rápido,
de forma que no se lean siquiera los subtítulos.

Esto lo escribió un tal Joe Urbach, que publicó un pequeño libro y después desapareció.
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El 28 de abril este blog cumplirá un año.
Durante una semana Jorge Posada festejará el acontecimiento.
Y sí, Panchito Chapopote sigue siendo mi novela favorita.

4 comentarios:

dèbora hadaza dijo...

Por las noches me tiro al piso y pego la oreja al suelo.
Escucho los pasos de todos los habitantes de la tierra.
Entre ellos distingo los de un hombre muy alto.


esta es la parte que más me gusta

Anónimo dijo...

vaya originalidad!!! juar,juar

Anónimo dijo...

Yo me muero de ganas de leer y conseguir primero a Panchito Chapopote. Soy fan de los estridentistas.

Teri Yakimoto dijo...

el 28 de abril es mi cumpleaños

Elefante
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costasinmarcostasinmar