A Adriana, que dejó un comentario en el viejo blog.
Desde hace unos meses escribo en Gmail.
Lo hago porque detesto la formalidad, la apariencia de texto concluido de Word.
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Así, desde hace meses cualquier correo lo leo de inmediato.
Personas que me conocen y me saludan.
Los anónimos de este blog.
Una mujer que perdió a su esposo en un accidente hace un año y que aún no se repone.
Alguien del Turno que pide no desaparezca: cada uno lo hizo en algún momento.
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Conocí a Adriana en la Universidad.
Cuando no contaba ningún divorcio, cuando mi hijo tenía dos años.
Hablamos de lo que se habla cuando uno no se conoce pero quiere sorprender: poesía, infancia, lluvia, hospitales psiquiátricos.
Había un hombre que era su amigo: Roberto Cruz Arzabal. Supongo que a esa edad ya escribía de álamos en llamas y de ópera.
Adriana además durante las clases decía palabras como: Japón, cirugía, departamento, matrimonio.
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Hace meses soñé que Gerardo Deniz me visitaba en un hospital.
Miró revistas durante horas.
Cuando amanecía pronunció Erdera como quien se ahoga,
como quien desde hace años no habla.
2 comentarios:
Hace años fue hace mucho, muchísimo tiempo. Otras palabras eran Owen, Rilke, Paz... quizás no quisimos sorprendernos, sólo... y mucho compartirnos ¿no? Quiero pensarlo.
Ojalá que sea la vuelta de los infiernos esto y me cuente un poco más de su vida. Le dejo, mi correo, querido Jorge. adrigmendez@gmail.com
Gracias por el post, por un momento pensé que no sabrías quién te escribía, ja.
....
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