Hace tiempo me citaba con trasvestis. Las conocía en internet. Me bastaba con observar una fotografía donde no fueran tan masculinas. Prefería a las de clóset, aunque hubo excepciones; algunas sorprendentes.

Sobresalen dos.

Lorena. Era más alta que yo (el ochenta porciento de las personas lo son). Era del norte del país, así que sentía la obligación de ser sincera y desparpajada. Hablamos dos horas antes de desnudarnos. Tenía las nalgas negras debido a que se le pudría el silicón. Hicimos el sesenta y nuevo. No quise que me penetrara. Me llevó a casa. La visité cinco ocasiones más.


Tania. Trabajaba como modelo. Morena, con el cuerpo y los senos duros. Cuando llegué me dijo que no disponía de tiempo. Se quitó la blusa (no usaba sostén) y el pantalón. La penetré. Ella se masturbaba. Al terminar no hablamos. Al abrir la puerta de su departamento pidió que fuera al día siguiente; cosa que no hice. Cuando en medio del coito me distraigo, pienso en ella para mantener la erección.

4 comentarios:

dèbora hadaza dijo...

uffffffffff!!

dèbora hadaza dijo...

mmm en serio te gusta cage? cual? 4:33? ja ja

el andrei dijo...

Jejeje, el sesenta y nuevo.

Natalia González Gottdiener dijo...

Por alguna razon creo que me caría mejor Tania... ¿Estás(n) molesto(s) por algo? Ingoras mis mensajes y no me avisaron de la revista el jueves... En fin... Ojalá den señales pronto. Abrazo

Elefante
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costasinmarcostasinmar