Eres el único habitante de una isla que sólo tú conoces

Escuchar párrafos del Obsceno pájaro de la noche.

Detenerse en cada línea que es una piedra rajada.

A los dieciocho, durante semanas, sufrí de terrores nocturnos: cuartos donde ancianas me asfixiaban, agujeros por los que observaba a un hombre huérfano de sus brazos.

Habito una casa. Frente a ella un edificio de cristal. Vivo con Donoso y Teillier. Charlamos por las noches, cuando regresamos de andar por calles largas y hemos visto ventanas con los marcos negros y detrás una luz que es una herida; comemos sin percatarnos del sabor de la sopa, tomamos garrafones de agua. Los días en que amanecemos con humo entre la ropa, espiamos a los habitantes del edificio de cristal: sombras con la consistencia del concreto, cuerpos con largas cabelleras. Allí Bolaño, que ahora es el padre de tantos escritores malditos. Allí, César Moro se pasea como si habitara un noble castillo.