porque sabes que los bronquios son los arrecifes del cuerpo
comenzó la noche en que mi hígado se volvió loco
viajé a guadalajara por un paisaje de nudos de tierra
en el hotel había televisores que imaginé hoyos negros
caminé por una plaza donde a una niña
la perseguía un gato que la hacía reír y la despeinaba
fui a oaxaca
ese pueblo de iglesias que más que edificios son juegos matemáticos
al dejar la ciudad existió un hombre que intentó asesinarme con las vértebras de un lince
luego visité los pueblos que formaron mi juventud
horizontes portátiles
casas durante el incendio
cuya dirección aún no logra distinguirse
terminó en un puerto con miles de escalones
con un irlandés que dormía 17 horas
con una mujer que preguntó si estaba solo
y a la que miré hasta que no había nadie más despierto
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