Desde hace meses no siento el impulso de estar con un hombre.
Pero el domingo después de intentar dormir durante hora y media y de masturbarme, comencé a soñar con un tipo.
Lo conocí en una ferretería.
Comíamos en un parque y después él me invitaba a su casa.
Allí las escenas se tornaron grises, como si soñara a través de una cámara de video.
Estábamos en un sofá.
Después de un preámbulo violento y largo él pidió lo penetrara.
La sensación me sorprendía.
Los dos teníamos los ojos abiertos.
Antes de despertar vi sus brazos y su cuello.
Eran las seiscincuentaycuatro de la mañana.
4 comentarios:
A quién le importan tus pajas son tan mediocres como tus "escritos"... tin tin tin
Anónimo, más respeto para Costa, si no te late lo que escribes no te pases por su blog, yo creo que mínimo debes decir soy tal persona para atacarlo y no hacerlo de esta manera tan cobarde como un ánonimo.
Danielle.
juar, juar, juar cuando te enteres de las mierdas que este pendejo hace, tintintin, por cierto el también se escabulle es un dios.
Jovita para Danielle
Oigan ya somos muchos anónimos, antes yo era el único, ahora ya no es divertido.
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