a lucía
por el aikido
con mi primer sueldo compré un libro:
ya habrás bebido sola, solitaria, el té del atardecer
mirando mis viejos zapatos vacíos para siempre
mirando mis viejos zapatos vacíos para siempre
durante meses tuve esas palabras
metidas como leones negros
como excavadoras que destrozan las arterias
después las madrugadas con las pesadillas
del obsceno pájaro de la noche
imaginé a donoso sometido a las descargas del cáncer
a miles de agujas martirizando sus pupilas
cuando viví en una casa de niebla
apareció un hombre con la espina dorsal de diamante
aturdido con la personaja
con el rostro manchado de carbón y juan de yepez
rojas le dicen en lo alto de lebu
a los 26 andaba con un pie en la rayuela de la oficina y otro en el hastío
cuando llegó un maestro en activar coches bombas
o de sobrevivir en países que son jaulas
ese me habló con un megáfono a los oídos
me llenó de riesgo y de historias de hombres desesperados
se llama roberto o arturo no lo sé bien
vivió en las carreteras de brasil
en la única sala de cine de la antártida
y en los campamentos de barcelona
la historia con tu país continúa este año
con una mujer que baja del avión
pide a un tipo le haga dos fotografías
caminan por calles que son laberintos rojos
bailan hasta que ella escribe:
si me imaginas me convertiré en un fantasma
1 comentario:
Mi historia con tu país comenzó desde cuando era pequeña
Con el chavo del ocho,
Mi abuela en la cocina,
El olor a pan
[y un té sobre la mesa del comedor junto a la cual había un sillón sobre el que me solía recostar después de un día de juego que solo experimenta un niño tras la sensación de liberación de las obligatorias horas de colegio.]
Mi historia con tu país era una ilusión,
Una idea de una realidad que soñaba con conocer
Utopía inalcanzable por un tiempo…
Quimera, a la cual un día llegue.
Pedí a un tipo una fotografía, y el sueño comenzó,
Camine entre nubes por unos días y
Me quede sorprendida,
¿puede alguien ser tan varonil y tan sutil?
Si interrumpí el baile, lo siento,
Te pido la mano para bailar otro
Y tengamos un baile de otro mundo (¿de fantasmas quizá?) [je, je]
Si te imagino te transformaras en fantasma,
y pediré que los fantasmas penen,
que golpeen las puertas de mi casa y me soplen al oído cuando duerma.
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